Ellos son el relevo de una tradición viva. La continuidad de un rito y una fiesta. Los ojos siempre con la fuerza de saberse parte esencial de la fiesta mayor de Sevilla por antonomasia.Y llenos de la curiosidad de la vida que empieza en ellos. Los niños nazarenos representan el presente y el futuro de muchas de nuestras hermandades. Este pequeño nazarenito de San Gonzalo rebosa la nueva savia de Triana la honda. Su pequeña túnica abrazada por el esparto, su antifaz recogido y la postura traviesa del nazareno arrodillada observando la cámara que lo delata mientras sus manos agarran con la fuerza de la sabiduría que le legaron sus mayores Gestos y símbolos de una cofradía viva que cada año lanza a las calles de Sevilla un mensaje vivo de la buena Salud que tienen nuestras hermandades y cofradías.
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