Ha llegado a tal nivel de inmediatez la información que circulaba por las redes que alguna hermandad llegó a colocar en el templo carteles pidiendo a los hermanos nazarenos que se abstuvieran de usar las redes sociales mientras se organizaba la cofradía. Ni que organizar una cofradía fuera tan secreto como una operación militar del Pentágono. Pero esto da la medida del nivel de algunos dirigentes cofrades del siglo XXI que mentalmente tienen una edad que ni la prueba del carbono 14 sabría concretar.
El acceso a la información rápida y eficaz es un signo de los tiempos y si las cofradías quieren estar con los tiempos deben darse cuenta de que este ha sido el año de las redes sociales. La información y el debate sobre asuntos de interés general de los ciudadanos en Semana Santa nos traen una nueva óptica de como está cambiando nuestra sociedad.
La crítica respetuosa y la diferencia de opiniones es lo que acabará enriqueciendo la vida de las hermandades. Abrir las puertas de una cofradía es abrirse a la sociedad sin exclusiones. Por eso la fuerte irrupción de las redes sociales es sin duda una señal inequívoca de que los tiempos están cambiado y las cofradías o se adaptan a ellos o al final acabarán sucumbiendo.
