lunes, 20 de febrero de 2012

El reencuentro

Esta semana empieza una Cuaresma especial. Llena de vida, de ilusiones y de anhelos. Este año mi Semana Santa empezará muy cerca de Él, más cerca incluso que nunca estuve. La vida nos trae siempre a donde está nuestro sitio y nuestro corazón. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Y el mío es junto a Él y a las personas que más quiero. Este sábado podré estar tan cerca que me será difícil mantener la entereza, pero la fuerza que siempre me dio cuando le pedía que arrancara de mí el sufrimiento inhumano, injusto y sin sentido, me hará estar firme y orgullosa del reencuentro. No lo pude ver el año pasado en su paso y Él en su humildad me recibirá como hermana en su pequeño pasito de traslado.
Esa tarde de sábado le daré también mi regalo de Reyes, esos que guió una Estrella hasta Él, y le acompañaré a Santa Ana.
Inicio mi cuenta atrás a la Semana Santa desde la serenidad del reencuentro con mi Cristo de las Penas y desde una paz interior anhelada y deseada.
Como dijo el poeta Antonio Machado
Caminante
no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

Yo este año inicio mi camino con ese reencuentro de amor y por amor con mi Cristo.
De la mano de quien, como Él, me cuida todo el año. Y en ese camino siempre estaré junto a sus sienes maltratadas por las crueles espinas
.

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